Una cosa es confiar en el natural desprendimiento de determinadas cosas, y otra muy diferente dejarle al niño la responsabilidad de ponerse sus propios límites.
Por naturaleza como decís, los humanos queremos comodidad y nos asusta todo lo ajeno. Tal y como yo lo veo, la tarea de los padres es enseñarle al niño cómo adquirir fuerzas para ir enfrentándose al mundo (sin que eso suponga un trauma).
Dormir con ellos no me parece mal dependiendo de cómo se actúe el resto del día con ellos o el porqué . Creo es fácil de comprobar hasta qué punto es “inconveniente” para los niños compartir cama. Si el niño un día tiene que quedarse en casa de algún tío, abuela, amigo… o tiene que dormir en su cama o en otra cama (por enfermedad o lo que sea…) y siente gran ansiedad, a medida que crezca y no supere esa ansiedad se hará más dependiente.
Si es capaz de hacerlo, o si es capaz de ir a un campamento en verano o ir a excursiones con el cole, pues no hay problema.
Pero lo que sí no veo nada recomendable es alimentar del pecho a un niño de 2 o 3 años de edad, porque como decís, naturalmente si le salen dientes, es por algo, y el niño no tiene la culpa de querer la rica leche de la mamá para siempre.. al igual que cuando crezca querrá gominolas o chocolate para merendar todos los días, ¿O confiaréis también en su decisiones a la hora de alimentarse cuando tenga más edad? Creo que todo tiene un límite. Y no creo que las mamás que no puedan dar el pecho y la compren tengan porque sentirse culpables por alimentar así a sus hijos.
Un saludo
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Por: Eternamente hasta hoy
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